Las terrazas de Santorini, llenas de puestas de sol, la vida nocturna de Miconos, las calles de Rodas, llenas de historia... Claro que estas populares islas griegas son fascinantes. Pero a veces, la gente simplemente quiere relajarse, alejarse del ojo público, estar a solas con la naturaleza y sumergirse en una cultura auténtica. Aquí es donde las islas griegas menos conocidas se convierten en la clave para unas vacaciones lejos de las multitudes.
En este artículo, les presentaré siete islas de Grecia menos conocidas, pero fascinantes, alejadas de las multitudes turísticas. Cada una de estas islas destaca por su singular estructura y es ideal para viajeros que buscan silencio, naturaleza, vida local y serenidad.
1. Leros: donde la serenidad y la historia se cruzan
Ubicada en el archipiélago del Dodecaneso, Leros es ideal para quienes desean descubrir una isla alejada de las multitudes, pero con un carácter fuerte. Lo más llamativo de Leros es su arquitectura que data de la Segunda Guerra Mundial y sus pueblos rodeados de naturaleza.
¿Donde alojarse?
La zona de Alinda se caracteriza por sus casas de huéspedes y tranquilos hoteles boutique a lo largo de la costa. Los edificios de piedra con vistas al mar ofrecen una experiencia cómoda y acogedora.
¿Qué hacer?
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En el puerto de Lakki se pueden explorar edificios de estilo Art Decó.
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El Museo de la Guerra de Leros es interesante por sus túneles subterráneos.
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En las playas de Alinda y Agia Marina podrás disfrutar del mar y de los libros durante todo el día.
2. Kastellorizo (Meis) – Remoto, colorido y romántico
Kastellorizo, una de las islas griegas más cercanas a Türkiye, o Meis en turco, es como la "isla de los lejanos", no solo física sino también espiritualmente. Sus coloridas casas portuarias son perfectas para quienes buscan silencio e intimidad.
Transporte
Se puede llegar fácilmente en ferrys cortos que salen de Kaş . El trámite de aduanas es bastante sencillo.
¿Qué hacer?
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La Cueva Azul ofrece una experiencia fascinante con sus luces azules reflejadas en su interior, a la que se accede en barco.
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Los restaurantes de pescado del puerto son ideales para una cena romántica al atardecer.
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Como la isla es muy pequeña, es posible llegar a todos lados andando.
3. Amorgos – El poeta silencioso del Egeo
Ubicada al este de las Islas Cícladas, Amorgos cautiva con su espectacular estructura natural. Con sus monasterios en la ladera de un acantilado, sus pueblos blancos como la nieve y sus bahías ondulantes, cautiva tanto a la naturaleza como al alma.
Características destacadas
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El Monasterio de Hozoviotissa es una estructura construida en los acantilados y tiene una vista magnífica.
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En la isla, uno siente que el tiempo se ha detenido. No hay infraestructura turística desarrollada, pero hay mucha amabilidad y paz.
¿Para quién es adecuado?
Para viajeros que buscan tranquilidad, disfrutan de largos paseos por la naturaleza y aman la lectura y el silencio.
4. Kimolos – Para quienes buscan minimalismo y simplicidad
Esta pequeña isla, muy cerca de Santorini, es todo lo contrario: en lugar de multitudes de turistas, encontrarás algunas tabernas tradicionales, pequeñas calas y calles tranquilas.
¿Qué hacer?
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La playa de Prassa es como una piscina natural con su arena blanca y color turquesa.
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Se pueden degustar mariscos frescos en las tabernas locales alrededor del puerto de Psathi.
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La plaza del pueblo de Kimolos se llena de gente local por la noche, pero nunca es ruidosa.
5. Tilos – Paraíso del ecoturismo y la biodiversidad
Tilos es una isla que va muy por delante en materia de sostenibilidad, con sus esfuerzos por proteger la vida silvestre, su diversidad de especies de aves y sus proyectos para reducir la producción de residuos.
Reflejos
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Puedes visitar un pueblo abandonado llamado Mikro Chorio.
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La playa de Plaka es muy relajante con su silencio y sus aguas poco profundas.
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La energía de la isla proviene del sol y el viento. Es un lugar respetuoso con la naturaleza y a la vez tranquilo.
6. Iraklia: una auténtica escapada para quienes evitan las multitudes
Esta pequeña isla, justo al sur de Naxos, tiene una población de apenas unos cientos de habitantes. Hay pocos hoteles, internet deficiente, pero las estrellas brillan.
¿Para quién?
Para aquellos que viajan solos, quieren hacer un detox digital, o cualquiera que quiera escribir, pensar y escucharse a sí mismo.
¿Qué hacer?
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La playa de Livadi es una playa natural e intacta.
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La cueva de Panagia es una impresionante maravilla natural a la que se puede acceder mediante una pequeña subida.
7. Folegandros: Menos lujo, más paz
Folegandros, el primo menos conocido de Santorini, parece una pintura con sus espectaculares acantilados y casas blancas como la nieve, pero la vida aquí se mueve a un ritmo mucho más lento.
¿Qué hacer?
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Dé un paseo vespertino a la luz de las velas por la ciudad de Chora.
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Las playas que rodean el puerto de Karavostasis invitan al silencio durante todo el día.
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Los tours de cata de vinos y los campamentos de yoga añaden color a la isla.
Las verdaderas vacaciones a veces ocultas en el silencio
Para quienes solo conocen las islas griegas a través de fotos de Instagram, esta lista puede abrirles las puertas. La serenidad de Leros, la calidez de Kastellorizo, la impresionante naturaleza de Amorgos, la sencillez de Kimolos, la pasión por la naturaleza de Tilos, el silencio de Heraklia y la nobleza de Folegandros... Cada una es un paraíso en sí misma, lejos del bullicio de las multitudes.
Si está planeando sus vacaciones este verano no sólo para ver y recorrer, sino también para descansar, reconectarse y relajarse de verdad, una o más de estas islas pueden ser la elección correcta para usted.
Abre tu mapa y marca estas islas que se encuentran lejos de las multitudes. Las verdaderas vacaciones se esconden en el silencio, la sencillez y la originalidad. ¿Listo para descubrirlas?