En la costa sur de Turquía, justo enfrente de Kaş, se alza una isla que se yergue como un puñado de cuentas de colores esparcidas por el mar: Meis (Kastellorizo) . Esta diminuta isla en el extremo oriental del mar Egeo tiene una belleza de postal que te atrapa a primera vista, dándote la sensación de que el tiempo se ha detenido. Meis, escenario natural de la película ganadora del Óscar Mediterráneo en 1991, es un tesoro por descubrir no solo con su pintoresco puerto, sino también con su dramática historia que se extiende desde gloriosos períodos de prosperidad hasta el doloroso abandono, sus profundos vínculos con Anatolia y sus fascinantes secretos ocultos bajo el mar. Echemos un vistazo más de cerca a la compleja historia de esta isla especial.

La isla detrás de los nombres: Meis, Megisti, Kastellorizo

El hecho de que esta pequeña isla tenga tantos nombres resume su rica y multicultural historia:
  • Megisti (Μεγίστη): Megisti, el antiguo y actual nombre oficial de la isla, significa "la más grande" en griego. Esto puede parecer irónico a primera vista, ya que Meis es uno de los asentamientos más pequeños del archipiélago del Dodecaneso. Sin embargo, este nombre hace referencia a que es la isla más grande del pequeño archipiélago en el que se encuentra, no a la isla en sí.

  • Kastellorizo (Καστελλόριζο): El nombre más conocido y usado para la isla a nivel internacional. Su origen se remonta a los Caballeros de San Juan, quienes gobernaron la isla en el siglo XIV. Los Caballeros construyeron un castillo sobre el suelo rojizo y las rocas de una colina con vistas al puerto. "Castello Rosso", que significa "Castillo Rojo" en italiano, con el tiempo ha evolucionado a "Kastellorizo" en el idioma local.

  • Meis: El nombre más comúnmente utilizado de la isla en Turquía, "Meis", es la forma abreviada y modificada de su nombre oficial, "Megisti", a lo largo de los siglos para adaptarse a la fonética turca.

Las mareas de la historia: de la cima al fondo, de las cenizas al renacimiento

La historia de Meis ha experimentado altibajos mucho más dramáticos que la de otras islas del Egeo.
  • Antigüedad y caballeros: Habitada por dorios en la antigüedad, la isla permaneció bajo la influencia de su poderosa vecina Rodas. Su ubicación estratégica atrajo la atención de los Caballeros de San Juan en 1306, quienes construyeron el "Castillo Rojo" en la isla, convirtiéndola en un importante puesto de vigilancia de la costa de Anatolia.

  • Periodo Otomano y Edad de Oro: Meis, que estuvo bajo el dominio otomano, vivió el apogeo de su historia, especialmente en el siglo XIX. Los capitanes y comerciantes de la isla se enriquecieron enormemente transportando mercancías a todos los rincones del Mediterráneo en sus propios veleros, llamados "Goletas Kastellorizian". Esta riqueza también se refleja en la arquitectura de la isla; las magníficas mansiones neoclásicas de tres plantas, de colores pastel y con balcones de madera, que se alzan a lo largo del puerto son fruto de este período. Durante esta "edad de oro", la población de la isla superó los 10.000 habitantes, y se construyeron escuelas e iglesias financiadas por familias adineradas.

  • Tragedia del siglo XX: El colapso del comercio marítimo con la invención de los barcos de vapor marcó el principio del fin para Meis. La isla sufrió una serie de desastres a lo largo del siglo XX. Fue bombardeada por los franceses durante la Primera Guerra Mundial. Sufrió graves daños a causa del gran terremoto de 1926. La peor destrucción se produjo durante la Segunda Guerra Mundial. Ocupada primero por los italianos, luego por los británicos y los alemanes, la isla quedó casi completamente destruida por una explosión e incendio en un depósito de municiones aliado. Estas tragedias provocaron la emigración de casi toda la población de la isla a todos los rincones del mundo, especialmente a Australia, y la isla permaneció como un pueblo fantasma durante décadas.

  • El efecto Mediterráneo y su renacimiento: El acontecimiento que cambió el destino de la isla fue la película italiana ganadora del Óscar, Mediterráneo , rodada aquí en 1991. La película dio a conocer al mundo la belleza abandonada, pero aún encantadora, de Meis. Gracias a esto, la isla fue redescubierta, los hijos y nietos de los antiguos isleños comenzaron a regresar para restaurar las casas en ruinas, y Meis recuperó su apacible y popular identidad turística actual.





Patrimonio único en la costa de Anatolia: Tumba rupestre de Licia

El detalle más llamativo que distingue a Meis de todas las demás islas griegas es la monumental tumba licia en la roca, que data del siglo IV a. C. y está excavada en el escarpado acantilado justo encima del puerto. Ejemplo arquitectónico típico de la antigua civilización licia, esta tumba es la prueba más concreta de la estrecha relación que ha mantenido la isla con Anatolia a lo largo de la historia, especialmente con Kaş (la antigua Antiphellos), justo al otro lado de la calle. Esta estructura, única en Grecia, refuerza la identidad única de la isla.

Las mágicas bellezas de Meis: del puerto a la cueva, del castillo al monasterio

No te dejes engañar por la pequeña superficie de Meis : cada rincón de la isla tiene su propia belleza e historia:
  • Puerto de Colores Pastel: Toda la vida de la isla gira en torno a este puerto en forma de U, bañado por aguas de un azul intenso. Las mansiones neoclásicas, pintadas en colores como el azul índigo, el ocre y el amarillo pastel, parecen un cuadro, con flores colgando de las ventanas, sillas de madera frente a las puertas y restaurantes frente al mar. Es un hecho cotidiano ver a las tortugas Caretta caretta nadando en las tranquilas aguas del puerto.

  • Gruta Azul: Esta experiencia es la cumbre de un viaje a Meis. La entrada a la cueva, a la que se puede acceder en pequeñas embarcaciones que salen del puerto, es tan baja que hay que tumbarse o agachar la cabeza para entrar. Tras esta breve emoción, uno se encuentra en una dimensión completamente diferente: el interior de la cueva se ilumina con un increíble color azul fosforescente creado por los rayos del sol que se reflejan en el fondo marino. Nadar en esta maravilla natural es un momento verdaderamente mágico.

  • Castello Rosso (Castillo Rojo): Las ruinas del Castillo del Caballero, a pocos pasos del puerto, son el mirador más hermoso de la isla. Desde aquí, podrá disfrutar de una vista panorámica del colorido puerto, de Kaş justo enfrente y de la silueta de los Montes Tauro.

  • Mandraki: Un puerto pesquero y deportivo más pequeño y tranquilo, situado al otro lado de la colina, detrás del puerto principal. Aquí podrá ver a los pescadores remendando sus redes y descubrir el lado más local y tranquilo de la isla.

  • Agios Georgios tou Vounou (Monasterio de San Jorge en la Montaña): Un descubrimiento que requiere algo de esfuerzo, pero que sin duda merece la pena. Se accede subiendo unos 400 escalones desde el puerto. Este pequeño monasterio ofrece increíbles vistas panorámicas y un silencio profundo. La pequeña iglesia en la catacumba es impresionante.

Meis es un paraíso para quienes buscan paz, autenticidad, un ambiente acogedor, una rica historia y bellezas naturales únicas en lugar de grandes fiestas, playas abarrotadas u hoteles de lujo. Su proximidad a Kaş permite disfrutar de esta atmósfera única incluso en una excursión de un día.
¡Es hora de planificar una escapada a Meis para descubrir este paraíso colorido que te sonríe justo enfrente de Kaş, nadar en la luz encantadora de la Cueva Azul y perderse entre los edificios de piedra que son testigos de los altibajos de la historia!